Trabajo Freelance: Bote Salvavidas

7 junio 2017 · eligregl

En Venezuela estamos en crisis y eso lo sabemos desde hace rato. Al respecto ya hemos perdido kilos, pertenencias y seres queridos. Aunque las protestas aumenten, la situación no cambia y algo debemos hacer al respecto.

El 2016, en mi opinión, fue un año muy duro. En las finanzas personales, muchos estuvimos sin medio en el bolsillo y haciendo colas para comprar comida, comiendo mango, vendiendo teticas de café o viviendo de las remesas que los familiares en el exterior envían.

Vivimos eso, en parte, por la reducción de importaciones y el cierre de la frontera. En el estado donde vivo, el Zulia, eso nos afecta en gran medida pues para los comerciantes conseguir mercancía fácilmente en Colombia no era posible. Lo cierto es que ningún trabajo en Venezuela, contando con todos los aumentos que ha sufrido el salario (porque los sufre, eh), alcanza para hacer nada.

Un poco de historia personal

Contaré algo sobre mí: Inicié el 2016 con una barriga. Estaba embarazada y mi único hijo nacía en marzo. Estaba agobiada pensando que en el hospital de la ciudad no podía dar a luz. Las historias que escuchaba del Pedro García Clara disparaban mi estado de pánico.

Tres meses antes del parto, creamos una campaña de crowdfunding que tuvo éxito y pudimos costear el parto en una clínica y comprarle cositas al bebé. Pero aún así el dinero no me alcanzaba.

Tratando de buscar maneras de sobrevivir, me topé con una página (cuyo nombre no diré). Necesitaba trabajar desde casa con un bebé en brazos. Escuchaba llamadas, hacía clic y ganaba $25 semanales. Nada mal cuando el salario mensual era de $40. Pero me sentía robótica. Estaba estancada.

Afortunadamente, llegó mi amiga Ana Patricia Sampayo a sacarme del abismo.

¡Llegó trabajo!

Ana publicó una entrada en su blog sobre cómo construir un bote salvavidas: el trabajo freelance. Uno que nos hiciera llegar a otro barco o a tierra firme.

Seguí sus recomendaciones y entendí que era inaudito que un profesional en Venezuela estuviese sin comida. No me quiero imaginar la vida de mis profesores de universidad hoy, con un sueldo que no alcanza ni para zapatos. Gente vendiendo lo poco que tiene, otros dependiendo de juegos para sobrevivir.

Si tienes algún talento o sabes ejercer algún oficio con habilidad, el trabajo freelance es un bote salvavidas excelente para la crisis. Trabajar así implica hacerlo desde casa. Lo mejor de todo: puedes ganar en otras monedas.

Para mí, con un niño que requería cuidados especiales, fue la salida perfecta. Mis padres no podían ayudar más, pero ahora, con dos redactores bilingües y un diseñador gráfico freelance en casa, la situación cambió.

Los ingresos varían, sí, pero se pueden esperar unos $200 si te lo tomas en serio. Al menos ya no almorzamos solo arepa de masa barata.

El futuro es brillante

Sé que no es fácil al principio. Por eso dejo aquí algunas recomendaciones para quienes quieren empezar. Y si necesitas ayuda, mi correo está abierto: eligregl@gmail.com.

También puedes revisar el ebook de Ana Patricia: es práctico, directo, y útil para iniciar en este mundo laboral.

El mercado laboral está cambiando. Ya no es solo el mundo 1.0: internet también ofrece oportunidades reales. El miedo que tenía antes de decir en qué trabajaba (porque se acababan las llamadas) ya no existe. Hoy, rechazo al menos una oferta semanal. También porque quiero ver Junior Express con mi hijo (y sí, lloré cuando se fue Melody).

Mi blog lleva su nombre por esa versión robótica de mí que escribía sin alma. Pero agradezco esa etapa. Me empujó a buscar más.

Mis recomendaciones para comenzar

Si no hay trabajo en Venezuela, hay en otras partes del mundo. Pero no te rindas. Tu oficio, tus finanzas y tu dignidad lo agradecerán.